Manifiesto EFI por la Paz y la no violencia
En el DÍA ESCOLAR DE LA PAZ Y LA NO VIOLENCIA toda la FAMILIA EFI nos unimos para manifestar nuestro entusiasmado compromiso de ponernos juntos EN MARCHA POR LA PAZ.
Los alumnos y alumnas de los centros de la Fundación Educativa Franciscanas de la Inmaculada, concienciados de la necesidad de HACER EL BIEN, con mirada abierta e inclusiva, alegre, libre y dialogante, acogedora y sencilla, generosa, comprensiva, agradecida y crítica queremos constatar con nuestro testimonio nuestra preocupación por la falta de valores en nuestra sociedad que se manifiestan en situaciones concretas que nos alejan de la paz, algunas son cercanas a nosotros y otras que atañen a otros hermanos y hermanas de otras partes del mundo.
Nos preocupan algunas situaciones de nuestro mundo, la falta de respeto a los derechos humanos, la falta de salud, la falta del cuidado de nuestra tierra.
Nos preocupa la intolerancia, la facilidad con la que aparecen y se expanden los conflictos y la violencia.
Somos muy conscientes de que éste es el mundo en el que vivimos, y en el que vamos a crecer y a ser personas de paz y bien, y queremos alzar nuestra voz para que, con los que compartimos vida, algunos muy de cerca y otros con los que nunca coincidiremos, nos escuchen y se unan a nuestros sueños, deseos, ganas y hechos de paz.
Queremos que todos los niños, niñas y jóvenes del mundo tengan acceso a una educación de calidad y calidez, donde todos podamos crecer respetados y felices y que nos permita, en un futuro, ofrecer a la sociedad lo mejor de nosotros mismos.
Queremos que todas las personas del mundo tengan acceso a la sanidad en los lugares en los que viven.
Queremos que exista la verdadera igualdad entre hombres y mujeres que nos permita ser felices con nuestras afinidades y diferencias.
Queremos que todos podamos vivir con libertad, seguridad y justicia en el lugar del mundo donde elijamos y que los que decidamos mudarnos a vivir a otro lugar lo hagamos por decisión propia. Que, en esos lugares, encontremos las puertas abiertas y seamos recibidos con una calurosa acogida.
Queremos que exista un reparto justo de los bienes de la Tierra, muy especialmente de la comida y el agua.
Queremos que todos puedan expresar con libertad sus ideas, puedan dialogar de manera respetuosa reconociendo la valía y dignidad de todas y cada una de las personas.
Queremos que la justicia se haga presente y desaparezcan las desigualdades sociales y que los derechos y deberes sean igual para todos, que la solidaridad no sea una necesidad.
Queremos que todos sintamos la necesidad de dar gracias por éste nuestro maravilloso planeta y nos comprometamos, en cada situación, a pequeña o gran escala, con su cuidado y protección.
Queremos que, HACER SIEMPRE EL BIEN, como nos enseñó Madre Francisca, sea la forma de actuar de todos evitando así, las guerras, situaciones de conflicto, injusticias, odios, violencia.
Seguir su legado nos permitirá disfrutar de un mundo en el que reine la concordia, la cooperación, el diálogo, el respeto por la vida, la paz, la responsabilidad, la tolerancia, ..., y en el que, pensar que el otro es mi hermano o hermana, vivir en fraternidad, marque la diferencia en nuestro modo de actuar.
Como dijo el Papa San Juan Pablo II “No hay paz verdadera sino viene acompañada de equidad, verdad, justicia y solidaridad”.